El agua de la piscina puede ser un riesgo para la salud del usuario cuando no reúne las
características adecuadas de tratamiento y calidad o cuando no posee las condiciones de
uso apropiadas.
Un agua con las características adecuadas de calidad brinda tranquilidad para la salud de
los propietarios, operarios y usuarios de la piscina.
Un buen control de la calidad del agua ayuda a minimizar el grado de riesgo de ocurrencia
de enfermedades relacionadas con el no cumplimiento de las exigencias de vigilancia que
establecen las autoridades sanitarias.